*Por María Florencia Actis, Observatorio de Medios con Perspectiva de Género (FPyCS, UNLP)
La noche del lunes 5 de noviembre, hallaron el cuerpo de Sofía Viale, la nena de 12 años que estaba desaparecida desde la tarde del 31 de agosto. Lo encontraron enterrado en la casa de un hombre de 32 años, vecino de la familia Viale, en el barrio Indios Ranqueles de la ciudad de General Pico, provincia de La Pampa.
El principal sospechoso por el femicidio de Sofía, ya contaba con antecedentes penales por abusos sexuales. Había recibido una condena en octubre del año pasado por un caso concebido como “abuso simple, privación ilegítima de la libertad y uso de armas”, no obstante se encontraba bajo “libertad asistida”. El cuerpo de la niña fue develado cuando otra de 14 años, el pasado lunes, denunció que el abusador la había amenazado con un cuchillo y obligado a entrar a su vivienda.
Los vecinos y vecinas se movilizaron hasta su domicilio e hicieron su descarga no sólo repudiando la conducta del hombre, que ya había escapado y fue encontrado alrededor de las 21 horas en América, provincia de Buenos Aires, sino también rechazando la inoperancia policial, judicial y política.
Incluso, de acuerdo a los propios voceros policiales, el acusado no sólo nunca fue sospechoso en el expediente, sino que colaboró fervientemente en intentar “esclarecer” lo sucedido con Sofía los primeros días luego de su desaparición
Actualmente, de acuerdo a las estadísticas que arroja UNICEF, al menos 550.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes son víctimas de las redes de trata en América Latina y el Caribe; y en nuestro país, el 77% fueron mujeres, según los registros de la UFASE[1] entre el agosto de 2008 y marzo de 2012. Los abusos sexuales seguidos de femicidio son noticias “normales” de encontrar en las páginas de policiales, pero la realidad de cientos de niñas, niños y mujeres abusadas cotidianamente en sus barrios, en sus trabajos, incluso en el seno de sus familias, no entran en los cómputos oficiales. El Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, de la ONG Casa del Encuentro, da cuenta de un femicidio cada 30 horas en los primeros diez meses del año, y de acuerdo a recientes números proporcionados por el Ministerio de Salud provincial, el 76 % de los casos de violencia familiar y sexual tiene como víctimas a mujeres de entre 15 y 34 años.
Las bases de datos citadas, tienen como finalidad reflejar el impacto social de esta problemática para incidir en el plano de las políticas públicas y que las concepciones y procedimientos institucionales estén a la altura de las circunstancias. Ante la desaparición de una niña, que la primera y por varios días única hipótesis, siga siendo “la fuga voluntaria de hogar, aparentemente inducida por un mayor”, retarda y desvía la atención de las pesquisas en las horas clave, además de ser una muestra de negación de la realidad y la insistencia en responsabilizar parcialmente de su destino a la mujer damnificada.
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