Fuente: Área de Prensa, FPyCS
"El aborto legal, una deuda de la democracia" fue eje de la charla
En el marco del Día de lucha por la legalización
del aborto en América Latina y el Caribe, conmemorado el pasado 28 de
septiembre, se llevó a cabo en la sede de ADULP la charla debate “El aborto
legal, una deuda de la democracia”.
En el encuentro disertaron la decana de la
Facultad, Florencia Saintout, Carlos Rozanski, Juez Federal, Adela Segarra,
diputada nacional y Estela Díaz secretaria de género de la CTA.
El inicio de la
charla estuvo a cargo de Estela Díaz quien resaltó que el aborto era una
práctica con la que se convive desde siempre “Lo que cambió es que ahora sí se
habla. Quien decidió interrumpir un embarazo lo va a hacer aun a costa de su
salud y su propia vida. Las mujeres somos ética y moralmente responsables de
nuestras decisiones sexuales y reproductivas. Lo que pedimos es que haya leyes
que acompañen estas decisiones” y agregó “Es un problema de salud pública. No
tiene que haber desigualdad en el acceso a esta práctica”.
Florencia Saintout dijo que en relación al aborto,
era necesario pensar cómo se había construido a lo largo de la historia el rol
de la mujer y de la madre “La condición de madre es absolutamente histórica,
sostenida y construida en siglos y siglos de dominación. Incluso vale recordar
que el patriarcado precede al capitalismo, cómo no va a ser profunda esta
construcción” y agregó “La mujer aparece sólo ligada a la posibilidad de la
reproducción de este orden establecido por el patriarcado”.
“En este sentido se va tejiendo una cultura, un
modo de entenderlo como un sentido común, como una verdad y aquel que intente
correrse, que la ponga en cuestión, es aquel que lleva adelante el crimen de
romper con la posibilidad de estar juntos. La prohibición del aborto tiene un
efecto profundamente disciplinador. La prohibición del aborto tiene que ver con
la legitimación de un orden patriarcal” afirmó.
En esta línea agregó “Cuando defendemos la
legalización del aborto no estamos hablando de una ley o de una práctica,
estamos hablando del territorio de la igualdad frente a esto, de la igualdad a
la hora de decidir. La igualdad para no morir. Sabemos que las que mueren en
abortos clandestinos son las mujeres de los sectores populares”
Para finalizar refirió que cuando se habla del
derecho al aborto se habla de libertad, una libertad que no está ligada al
sentido liberal de la palabra, a la libertad individual a decidir sobre su
propio cuerpo “No estamos hablando de ese tipo de libertad estamos hablando de
libertad como libertad colectiva. De hacer un mundo más allá del existente”.
Por su parte Carlos Rozanski hizo mención a la
hipocresía que hay con respecto a la despenalización del aborto y afirmó que
era uno de los temas en donde mayor hipocresía social había. “Es una situación
triste, es una situación de doble discurso permanente. El doble discurso es
agraviante y hay ofensivo y sobre este tema es permanente el doble discurso. Las
mujeres fueron siempre abusadas y maltratadas, a lo largo de la historia. La
penalización del aborto es una forma más de maltrato y abuso” aseguró.
Y destacó: “Sabemos que muchas mujeres han podido
hacerse abortos en lugares elegantes, sin correr ningún riesgo y otras tantas
mueren. Se está en contra del aborto de los pobres, no del aborto en general”.
Para finalizar bregó porque no hubiese “ni una sola
mujer más muerta por las creencias de otros”.
Del encuentro formaron parte organizaciones
sociales, políticas, culturales y de derechos humanos.
Acerca de la Campaña para la legalización del
aborto: tres ejes fundamentales en la defensa del cambio de legislación
Al referirse a la defensa del cambio de
legislación en relación al derecho al aborto, la Secretaria de Género de la
CTA, Estela Díaz, desarrolló las que entiende son las tres líneas argumentales
sobre las que se sostiene el debate.
La primera de ellas, reconoce al aborto como
un problema de salud pública, dado que Argentina no puede reducir los índices
de mortalidad materna. En este sentido, comprende que la legalización de la
interrupción voluntaria de embarazo favorecería, al permitir su resolución en
el Sistema Público de Salud, la disminución de dicho índice, contrarrestando un
tercio de esas muertes, que son las producidas por abortos.
En segundo lugar, se trata de un problema de
justicia social. En tanto, son las mujeres pertenecientes a los sectores más
populares y más alejados, las que no pueden realizarse un aborto en condiciones
seguras por no tener acceso a la información pertinente. De esta manera, se
trata también de asegurar la inclusión y la igualdad en el acceso a la Salud
Pública.
En tercer lugar, es sobre el derecho de las
mujeres a decidir, de su autonomía y del ejercicio de una ciudadanía plena, que
es uno de los aspectos que mayores resistencias presenta a la hora de los
debates, al poner en tela de juicio la continuidad del orden patriarcal
presente.
Por último, Díaz, hizo referencia a otro
argumento: la defensa de la vida, como otro nudo central de la discusión.
Aseguró que quienes defienden el aborto legal, seguro y gratuito, y piensan el
paradigma de los derechos sexuales y reproductivos como parte de los derechos
humanos integrales de todas las personas, son también los que más defienden la
vida. Sobre esto dijo “con la ilegalidad del aborto, no sólo no se evitan las
muertes en ocasión de aborto, sino que además que la propia ilegalidad no
permite operar sobre las causales que llevaron a una gestación no deseada” y
agregó “O sea que la reducción de su práctica va acompañando lo que para
nosotros en la campaña es un lema integral, que es “Educación sexual
para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
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