una buena y una mala
*Por Laboratorio de Comunicación y Género
En esta nota, vamos a recuperar dos noticias provenientes de provincias
del noroeste de nuestro país, que dan cuenta de un mapa complejo y a veces
contradictorio en materia de géneros y políticas públicas.
En primer lugar, la buena. En el Concejo
Deliberante de la ciudad de Salta, se le puso freno en el día de ayer, a un
proyecto para declarar como “pro vida” a la ciudad, además de una serie de
medidas violatorias de los Derechos Humanos de las mujeres. La iniciativa había
sido impulsada por legisladores del Peronismo Disidente de Juan Carlos
Romero y fue rechazada por amplia mayoría. Incluía, entre las propuestas, la
prohibición del uso y distribución de la “pastilla del día después” en las
dependencias de la ciudad, sumado a la suspensión de los protocolos de atención
por los abortos no punibles. Este proyecto, festejado por los sectores más
fundamentalistas de la iglesia Católica en salta, apuntaba directamente a
socavar los logros y conquistas de la lucha del movimiento de mujeres en el
país.
Nuevamente,
aparece el eufemismo de “Pro vida” para aludir a aquellas posiciones que en
realidad atentan contra la vida y la
decisión de las mujeres. Una prueba de esto, es que el proyecto incluía como
iniciativa, una asignación para las mujeres que continúen con su embarazo
producto de violación. Esta propuesta pone de manifiesto una visión del cuerpo
femenino como recipiente, y a las mujeres como objetos, y no sujetas capaces de
decidir sobre su sexualidad y su futuro.
La otra noticia
desde el NOA, es mala. Alberto, el padre de Paulina Lebbos, aquella joven
tucumana de 24 años, estudiante de Comunicación Social, asesinada en febrero de
2006 fue agredido por la policía provincial cuando realizaba un reclamo de
justicia frente a la Casa Histórica de Tucumán. Paulina fue violada y asesinada
en un confuso episodio donde fue denunciada la alteración de pruebas por parte
de la policía y la connivencia con el poder político provincial encabezado por
Alperovich.
Según la
agencia Red Eco Alternativo, Alberto había denunciado días antes de este
ataque, que el asesinato de Paulina habría sido
perpetrado por "los hijos del poder", mencionando como uno de los
involucrados a Gabriel Alperovich, hijo del gobernador. Posteriormente, el 9 de
julio, encabezó una movilización para hacerle llegar a la presidenta Cristina
Fernández su reclamo de justicia, en el marco de los actos por el aniversario
de la Declaración de la Independencia. Fue en este marco que la policía
provincial impidió su llegada a la Casa Histórica.
El femicidio de Paulina y el encubrimiento posterior
del poder político, da cuenta del arraigo del machismo en las instituciones.
También de una impunidad criminal que deja a las mujeres indefensas ante la
violencia sexista culturalmente instalada.
Los dos hechos recientes que citamos aquí, dan cuenta
de un camino con marchas y contramarchas, de las correlaciones de fuerzas, pero
sobre todo de los logros y dificultades que enfrenta la lucha de las mujeres
por una sociedad igualitaria donde todas seamos libres.
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